Casimiro, (Mieres, 1950), ha tenido vida muy interesante. De muy joven, se marcha a vivir México, donde pasa un tiempo trabajando en unos ranchos norteños. Tiempo después, ya de vuelta en Asturias, ejerce de fontanero hasta jubilarse para, como el a menudo dice, acabar trabajando de abuelo.
Le gustan las películas y libros del oeste, y en general, cualquier obra donde ocurren cosas, hay acción, aventuras, tiros y hostias. Dicen las malas lenguas que es un poco viejo verde y amante de la novela erótica.